Tener una rutina hace que sea mucho más fácil mantener un estilo de vida saludable: puedes planificar su semana con anticipación, ir al gimnasio, preparar las comidas e hidratarte adecuadamente. Pero salir de viaje o estar fuera de casa no debe de ser una excusa para salirse del buen camino.
Aquí están algunos consejos para incluir la actividad física durante en los viajes, ya sea un viaje de negocios o unas largas y merecidas vacaciones.
Entrenamientos programados
Programa el ejercicio que harás durante el día, ya sea una visita rápida al gimnasio del hotel, antes de una reunión, o salir a correr antes de irte a dormir. Incluir un entrenamiento, en la agenda del día, te ayudará a organizarte mejor y a no dejar que el ejercicio se haga solamente si se da la oportunidad. Si estás de vacaciones, puedes hacer que el ejercicio sea parte de tu viaje: renta una bicicleta, sal a caminar o ve a nadar.
Camina, camina, camina
Si tu viaje de negocios está repleto de reuniones, una detrás de otra, que te dejan poco tiempo para otras rutinas físicas más complejas, siempre puedes optar por uno de los mejores y más sencillos ejercicios: caminar. ¿Estás a una milla del centro de convenciones? ¿Qué tal si caminas hasta allá en lugar de tomar un taxi? También puedes acortar tu tiempo para comer y dar un paseo por la ciudad. Si quieres hacer un pequeño esfuerzo extra, usa las escaleras en vez del elevador.
Ejercicio en la habitación del hotel
¿No hay gimnasio en el hotel? No hay problema. La mayoría de las habitaciones de hotel son bastante amplias (o puedes hacer espacio moviendo el escritorio o la silla) y hay tantos ejercicios de peso corporal que puedes encontrar en línea, que ya no hay excusa.
Busca programas de bicicletas compartidas
Si vas a viajar a una metrópoli, es muy probable que puedas pedalear un poco. Muchas de las grandes ciudades hoy en día cuentan con programas de bicicletas compartidas y suelen tener una opción para quienes solo pretenden usar el servicio durante un par de días.
Sácale el mayor partido al aeropuerto
Si vas a tomar un avión para tu viaje, puedes hacer que la espera sea definitivamente más dinámica. Probablemente lleves contigo una mochila para la computadora portátil y un equipaje de mano: unos artículos perfectos para la caminata del granjero.
Este sencillo ejercicio es asombrosamente efectivo: consiste en caminar con unos objetos pesados en tus manos. El «paseo del granjero» activa la mayoría de los grupos musculares: abdomen, antebrazos, hombros y piernas.
Sácale el mayor partido al avión también!
Sentarse quieto durante períodos prolongados no es una gran idea, ya que puede afectar tu circulación y hacer que te sientas rígido. Si estás en un vuelo largo, intenta salir al pasillo y estírate cada dos horas: las sentadillas y los desplantes hacia adelante son excelentes ejercicios.
Asegúrate de no estorbar a nadie y aprovecha al máximo el pequeño espacio disponible. ¡Tus aeróbicos discretos en el pasillo valdrán la pena las miradas y las sonrisas que recibas de tus compañeros de viaje!
Si no te sientes cómodo estirándote en el pasillo, prueba esta rutina de estiramiento durante el vuelo que puedes hacer en tu asiento:
Estírate de la cabeza a los pies, comenzando por el cuello.
- Inclina lentamente la cabeza hacia el hombro.
- Mantén durante diez segundos.
- Alterna los lados.
Luego, afloja los hombros para eliminar el dolor, aumentar la flexibilidad y agregar fuerza.
- Gira ambos hombros hacia adelante en un movimiento circular.
- Gira ambos hombros hacia atrás con un movimiento circular.
- Repite diez veces.
Estira tus muñecas.
- Estira tu brazo con la palma hacia abajo.
- Con la otra mano, baja los dedos.
- Mantén durante tres segundos.
- Tira de los dedos hacia arriba.
- Mantén durante tres segundos.
- Repite, alternando tres veces.
Alivia la sensación de cansancio y letargo que sientes en las piernas con estiramientos de tobillos y pantorrillas.
- Alza un pie del suelo y mantén la pierna estirada.
- Flexiona el tobillo, apuntando los dedos de los pies hacia arriba.
- Extiende el tobillo, apuntando los dedos de los pies hacia abajo.
- Haz esto 10 veces y repite con la otra pierna.
- A continuación, dibuja un círculo con los dedos de los pies, moviendo un pie en el sentido de las agujas del reloj y luego en el sentido contrario.
- Cambia de pie.
Quizá, lo más importante que debes recordar es que, cuando cuidas tu cuerpo comiendo bien y haciendo ejercicio; te sientes mejor, tienes más energía y estás más relajado. Haz del ejercicio frecuente una prioridad y tu cuerpo y mente te lo agradecerán.