La carga más grande de la desnutrición la asumen los niños que viven en comunidades de escasos recursos en todo el mundo. Los estudios demuestran que casi la mitad de las muertes de niños menores de cinco años se debe a una mala nutrición. Además, de acuerdo con el Informe de las Naciones Unidas sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria 2020 (SOFI, por sus siglas en inglés), alrededor de un tercio de los niños menores de cinco años (191 millones) sufren de algún retraso en su crecimiento o de marasmo –es decir, son demasiado pequeños o delgados– y hay 38 millones de niños con sobrepeso.
Es muy probable que un niño que padezca de obesidad sea un adulto obeso con riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) a una temprana edad, tales como la diabetes o enfermedades cardiovasculares. La desnutrición infantil es la principal causa de la obesidad, una epidemia en aumento que sigue extendiéndose por todo el mundo.
Puede ser difícil creer que lo que un niño de 4 años consuma hoy podría afectarlo por el resto de su vida, pero investigaciones recientes de la organización 1000 Días hacen hincapié en que los daños que la desnutrición provoca en el desarrollo físico y cognitivo de un niño durante los primeros 1000 días, desde el embarazo hasta su segundo cumpleaños, son irreversibles.
¿Por qué es importante recibir educación sobre nutrición desde una edad temprana?
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura hace énfasis en el papel fundamental que tienen los programas escolares para afrontar la desnutrición, mejorar las dietas y desarrollar hábitos alimenticios saludables que duren toda la vida. Estos son algunos motivos por los que los programas escolares son tan importantes:
- Las escuelas tienen contacto con los niños a una edad en la que sus hábitos alimenticios se empiezan a crear, cuando aún están dispuestos a escuchar nuevas ideas, aprender buenas prácticas y desarrollar nuevas aptitudes.
- Una buena educación sobre nutrición ayuda a que los niños tengan una “cultura de nutrición”. Se les informa sobre el valor de los alimentos nutritivos y cómo prepararlos de una manera apetitosa.
- Los niños son capaces de compartir información sobre nutrición con sus amigos y familia y ser un ejemplo de estilo de vida saludable.
Desnutrición infantil en Malasia
En Malasia, mi país natal, muchos niños no tienen el alimento apropiado o no consumen la cantidad necesaria para obtener la nutrición que requieren para un óptimo crecimiento y salud.
Según el Estado Mundial de la Infancia del 2019 de UNICEF, Malasia se enfrenta a una doble problemática:
- Retraso del crecimiento: 20.7 por ciento de los menores de cinco años padecen de retraso del crecimiento y 11.5 por ciento de marasmo.
- Obesidad: 12.7 por ciento de los niños (de 5 a 19 años) tienen obesidad.
La importancia de la educación para reducir estos números es la razón por la que, como parte de nuestra iniciativa Nutrición para Hambre Cero, patrocinamos un programa de 12 semanas para alentar a los niños malasios a adoptar hábitos alimenticios saludables y actividades diarias.
Programa STAR: Trazando el camino para la educación sobre nutrición infantil en Malasia
Trabajando con organizaciones que apoyamos a través de la Fundación Herbalife Nutrition, lanzamos el programa STAR en marzo de 2019 con 70 niños participando en el programa educativo de 12 semanas. Cada niño recibió un folleto de progreso que se dividió en dos categorías: buena nutrición y estilo de vida activo. Cada categoría tiene un número determinado de actividades que los niños pueden completar para recolectar sellos de recompensa en forma de estrella.
Las actividades incluyen: tomar suficiente agua, consumir todas sus frutas y vegetales, hacer ejercicio diario y no consumir comida chatarra, bebidas endulzadas o carbonatadas. Se les ofrecieron vegetales nutritivos, frutas, proteína y carbohidratos saludables para motivarlos a lo largo del programa.
Una manera divertida de inspirar un estilo de vida saludable y activo
Al final del programa STAR, los niños mostraron resultados positivos como piel y peso más saludables y mejores niveles de condición física. Las reafirmaciones positivas mediante resultados deseables son clave al establecer patrones de conducta, y para reforzar estos hábitos, les dimos botellas de agua y frascos de conserva de 1 litro a los niños para que los llevaran a la escuela o usaran en casa.
“El programa fue una manera divertida de animar a los niños a comer sano y hacer ejercicio. Aunque el programa ya haya terminado, los niños continuarán fomentando sus hábitos de tomar suficiente agua, ejercitarse regularmente y evitar los alimentos poco saludables. Los mismos niños ven la diferencia, muchos de ellos tienen una mejor condición física y complexiones más saludables”, menciona Chong Tzer Bin, Director del Orfanato Benéfico Amitabha, un socio del programa.
Vencer el hambre y la desnutrición en todas sus formas (incluyendo la desnutrición, la deficiencia de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad) no sólo se trata de asegurar suficiente alimento para sobrevivir. Lo que la gente consume –especialmente lo que los niños consumen– debe ser nutritivo. Los sistemas sociales, de educación, alimento y salud deben trabajar juntos, mano a mano, para resolver los problemas múltiples que presenta la desnutrición infantil.
Herbalife Nutrition presentará este programa en otros países de Asia-Pacífico y el equipo de Malasia planea continuar con el programa STAR.
Promover la educación sobre nutrición en los niños desde una temprana edad y darles recursos de nutrición e información los empodera para adoptar un estilo de vida activo y saludable duradero.