Cada niño merece un comienzo firme en la vida. Pero la realidad es que aproximadamente 149 millones de niños menores de cinco años presentan un retraso de crecimiento debido a la desnutrición crónica durante el periodo de 1,000 días desde la concepción hasta llegar a los dos años de edad.
La desnutrición tiene muchas causas. El estado nutricional de la madre, por ejemplo, afecta profundamente la sobrevivencia, el crecimiento y el desarrollo del hijo, y lo mismo pasa con el acceso del hijo a la nutrición durante las primeras horas y días de vida.
Algunos estudios muestran que el hambre afecta mucho más a las mujeres. Las mujeres y las niñas conforman el 60 por ciento de las personas con inseguridad alimentaria; un total de 821 millones de personas en todo el mundo. En muchas culturas, es una norma común que las mujeres y niñas coman al último, después de que todos los hombres y niños hayan sido alimentados. Además, las niñas que se casan durante la infancia dan a luz a una edad más temprana.
Las mujeres jóvenes desnutridas dan a luz a bebés con un peso estadísticamente más bajo, y así comienza de nuevo el ciclo de la desnutrición. Sin embargo, cuando una madre joven que creció desnutrida cuenta con acceso a una nutrición adecuada y a educación nutricional, puede enseñar a sus hijos la importancia de la nutrición, para así interrumpir el ciclo de manera efectiva.
¿Qué son los primeros 1,000 días?
Los primeros 1,000 días, que van desde la concepción hasta el segundo cumpleaños, son un periodo extraordinario de oportunidad durante el cual se sientan las bases para mantener una óptima salud, crecimiento y desarrollo neurológico a lo largo de la vida del niño.
La nutrición durante los primeros 1,000 días
Durante los primeros 1,000 días de vida, la nutrición tiene el mayor beneficio para la salud y potencial. Si no se cuenta con la nutrición apropiada, el desarrollo cerebral y físico se retrasa.
La buena nutrición comienza antes del nacimiento, pues la salud de la madre afecta al niño desde que está en el vientre y también a lo largo de su desarrollo inicial. Por ello, debemos comprender y apoyar las necesidades nutricionales de los niños en cada etapa, en particular durante los primeros 1,000 días, pues son los más importantes para el desarrollo saludable del cerebro, el cuerpo, el metabolismo y el sistema inmunitario.
La dieta de la madre y sus reservas de nutrientes son las únicas fuentes de nutrición para un bebé que se desarrolla en el vientre materno. Cuando una mujer embarazada no recibe las calorías, los nutrientes clave o las proteínas esenciales que necesita para apoyar el desarrollo de su bebé, la salud de este último estará en riesgo de sufrir retrasos en el desarrollo y discapacidades.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la lactancia es una de las maneras más efectivas de asegurar la salud y la sobrevivencia. La leche materna no es solo la mejor fuente de nutrición para la mayoría de los bebés, sino que también los protege contra ciertas enfermedades y padecimientos, desde infecciones gastrointestinales hasta el síndrome de muerte súbita del lactante. Las madres necesitan un ambiente de apoyo, lo cual incluye el acceso a atención médica y ayuda comunitaria, para asegurar que puedan seguir amamantando a sus hijos hasta que estos lleguen a su segundo cumpleaños.
¿Qué es la Semana Mundial de la Lactancia Materna?
La Semana Mundial de la Lactancia Materna es un periodo para crear conciencia sobre una serie de acciones e invitar a una gran variedad de comunidades para que participen en la promoción, protección y apoyo a la lactancia materna. Esta se enfoca en asegurar que las mujeres reciban el apoyo y la atención médica necesarias antes, durante y después del nacimiento del bebé. Además, promueve varias medidas para garantizar la seguridad de las madres y sus bebés, con el fin de que tengan una experiencia de lactancia materna óptima.
El trabajo de nuestros socios de Nutrición para Hambre Cero
Mediante nuestra iniciativa Nutrición para Hambre Cero, nos hemos enfocado en apoyar los programas de nuestros socios: Feed the Children, The Hunger Project y Save the Children. Nuestros esfuerzos se alinean con la segunda área temática de los objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, donde destacan los vínculos entre la nutrición materna y la sobrevivencia, salud y bienestar infantiles.
Feed the Children
Los programas internacionales de Feed the Children representan una visión de Desarrollo Comunitario Enfocado en los Niños (CFCD, por sus siglas en inglés) que plantea los primeros pasos para asegurar un futuro más brillante para las madres y sus hijos. Sus cuatro pilares fundamentales –comida y nutrición, salud y agua, educación y subsistencia– funcionan en conjunto para desarrollar la infraestructura necesaria que siente bases sólidas para el futuro de cada niño.
Con un enfoque de Grupos de Cuidado, una metodología para el cambio de comportamiento mediante el trabajo entre pares, Feed the Children empodera a las mujeres embarazadas y madres primerizas. Esto incluye capacitación sobre la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses, nutrición prenatal y posnatal, y alimentación suplementaria hasta el segundo cumpleaños de los niños.
Feed the Children ayuda a las madres a aprender cómo seleccionar y preparar comidas que aporten las diversas vitaminas y nutrientes que necesitan los cuerpos en desarrollo. También promueve la importancia de la lactancia y los sorprendentes beneficios que ofrece a los bebés.
The Hunger Project
The Hunger Project trabaja para mejorar el acceso a recursos educativos sobre la salud materna e infantil. A la fecha, ha recibido a decenas de miles de mujeres en talleres de capacitación donde profesionales del cuidado de la salud explican los fundamentos de la nutrición materna e infantil, así como la importancia del cuidado pre y posnatal.
Gran parte de su trabajo consiste en monitorear la salud materna e infantil. Por ejemplo, los niños inscritos en las guarderías “epicentro” en África de The Hunger Project tienen garantizado el acceso a una comida nutritiva completa cada día que asisten. Al mismo tiempo, los profesionistas de las clínicas de salud epicentro adyacentes supervisan el monitoreo de la salud y peso de los niños. Cuando The Hunger Project lanzó la iniciativa de los 1,000 días en Malaui, realizó campañas de concientización sobre la maternidad segura, llevó a cabo campañas de vacunación dirigidas a niños menores de cinco años y brindó capacitación a grupos “de madre a madre” (M2M) sobre maternidad segura y nutrición.
Save the Children
Save the Children está asociado con Herbalife Nutrition para mejorar el estado nutricional de la niñez en dos distritos de Jharkhand, India, mediante el fortalecimiento de sistemas y el aseguramiento de la convergencia multisectorial. Esta iniciativa busca mejorar las prácticas de lactancia exclusiva por hasta 6 meses entre las madres lactantes a quienes se dirige, y aumentar sus conocimientos acerca de la lactancia exclusiva.
La leche materna es la principal fuente de nutrición para los recién nacidos, pues contiene la cantidad necesaria de nutrientes. Por ello, es primordial asegurar una lactancia óptima para toda la niñez. En los últimos años, Save the Children ha implementado exitosamente el programa de los 1,000 días en varios estados para atender la desnutrición infantil. Ha brindado asesoramiento a las madres, así como orientación sobre las mejores prácticas para la lactancia.
Los primeros 1,000 días de vida ofrecen una oportunidad extraordinaria para sentar las bases de la nutrición, salud y desarrollo a lo largo de la vida.
Creemos que vencer a la desnutrición de las madres y sus hijos, especialmente durante los primeros 1,000 días, requiere de nuestro esfuerzo conjunto. Al trabajar con organizaciones que comparten nuestra misión de promover la educación sobre nutrición y reducir el hambre, podemos asegurar cambios sostenibles a largo plazo a favor de la salud y prosperidad de la niñez, sus cuidadores y sus comunidades.