Mi trayectoria profesional en recursos humanos es increíblemente gratificante: todos los días tengo la oportunidad de trabajar junto a colegas que comparten un compromiso con nuestros empleados y distribuidores. Pero no siempre ha sido fácil, especialmente cuando fuerzas que están más allá de nuestro control pueden afectar la seguridad y el bienestar de nuestros empleados.

Durante casi siete años, fui la Directora de Recursos Humanos de Herbalife Nutrition responsable de las oficinas en Venezuela, Colombia y los países de Centroamérica.

Crecí en Caracas, Venezuela, la misma ciudad donde se ubica nuestra oficina. Venezuela es un país que está en medio de una crisis política y económica. No obstante, a pesar de todo lo que está sucediendo fuera de nuestras oficinas, estaba decidida a garantizar que cada empleado bajo mi mando tuviera apoyo, se sintiera motivado y atendido.

Afrontar la adversidad como un equipo

En 2017, las manifestaciones políticas era algo que ocurría con frecuencia en Venezuela. En muchas ocasiones, podían verse o escucharse tiroteos, bombas de gas lacrimógeno e incendios en las calles cerca de nuestras oficinas.

Con el fin de asegurarnos de que cada empleado estuviera a salvo, nuestro equipo administrativo implementó un estricto protocolo de seguridad. Cuando estallaron los disturbios, llevamos a los empleados a un lugar seguro, desconectamos el aire acondicionado para evitar que el gas entrara a nuestras oficinas y apagamos las luces para aparentar que estaba cerrado. Luego evaluamos la situación para determinar si seguiríamos trabajando o si teníamos que coordinar una salida segura de nuestra ubicación.

Durante esos disturbios, lograr que nuestros empleados llegaran de manera segura a su casa en ocasiones tardaba mucho tiempo, pero mi equipo de RH y el equipo administrativo local siempre se quedaban hasta que se hubiera ido el último empleado, a veces poniendo en riesgo su propia seguridad. Solo hasta que estábamos seguros de que todos los empleados habían llegado bien a casa, nos íbamos de la oficina.

Brindando un espacio seguro para nuestros empleados venezolanos

Afortunadamente, aun en los días más difíciles, ninguno de nuestros empleados estuvo en peligro. Como ciudadanos venezolanos, sufrimos de escasez extrema de alimentos, de agua limpia, de suministros médicos e, inclusive, electricidad.

A pesar de todo esto, logramos mirar hacia adelante, concentrarnos en futuros proyectos y sentirnos productivos y valorados.  La oficina se convirtió en un espacio seguro ante el caos del exterior.  La gente podía ver caras sonrientes y siempre nos aseguramos de que nuestra cocina tuviera agua limpia y que contáramos con batidos Fórmula 1 y refrigerios para asegurarnos de que nuestros empleados estuvieran nutridos y bien alimentados.

Con la ayuda de mis colegas, creamos un ambiente de confianza y empatía que dio como resultado el 100 por ciento de asistencia aun en los peores días. Los empleados me decían que venían a trabajar porque nuestra oficina se había convertido en un lugar especial, un refugio en donde se sentían motivados, seguros, inspirados y contentos.

Recordando mis experiencias y mirando ahora hacia adelante

En noviembre del 2018 cambié de mi labor en Venezuela a mi función actual como Directora de Recursos Humanos para Servicios Empresariales Globales de América (GBS), en Guadalajara, México. Aún soy responsable de lo de Venezuela, pero también superviso al equipo de RH GBS en México que brinda apoyo a las operaciones GBS con sede en Guadalajara para México, Centro y Sudamérica, y Estados Unidos.

Mi experiencia en Venezuela me permitió crecer como líder. Como orgullosa venezolana, admiro el extraordinario nivel de resistencia de mi gente, su empatía y su capacidad para convertir los problemas en oportunidades.

Es en los tiempos difíciles cuando uno aprende lo que realmente importa. Para mí, el liderazgo de servicio y una comunicación de confianza siempre han sido mi fundamento profesional; sin embargo, esta experiencia me recordó cuánto puedes confiar en tu equipo si primero los valoras y fomentas que trabajen juntos.

La fuerza de la unidad y el valorarnos unos a otros

Mis experiencias en Venezuela y ahora en GBS han reafirmado mi convicción: el talento humano es insustituible. No es como el equipo de ferretería, que puedes ir a la tienda y comprar la pieza exacta para sustituir una que falte. Todos somos valiosos y aportamos algo único al equipo.

Por lo tanto, si trabajas con un equipo, trata de crear un sentido de pertenencia y una cultura de apoyo. Cuando las personas se sienten valoradas por la compañía y sienten el apoyo de quienes trabajan con ellas, van a querer hacer lo mejor que puedan como parte de un equipo.

Y cuando vengan tiempos difíciles – y vendrán –, hay que aprender a valorarse entre sí. Agradecerse, reconocerse y empoderarse entre sí. Porque aun entre la agitación política y las fuerzas externas, tu equipo te dará la fuerza para seguir adelante.