¿No crees que manejar un automóvil es fantástico? Yo sí. Salgo de mi cochera y me traslado 13 millas rumbo al trabajo, entre una multitud de salidas, semáforos y automóviles, y lo hago incluso sin pensar. De hecho, no podría decirte nada sobre mi trayecto de ayer. Sucede como si estuviera en piloto automático. Para algunas acciones automáticas, aprendemos a tomar decisiones sin estar muy conscientes de ello.

Nuestras acciones abarcan un espectro que va de nuestra conciencia hacia nuestra inconsciencia. Cuando actuamos menos conscientemente decimos que estamos actuando por hábito. Nuestros cerebros desean poner el piloto automático tanto como sea posible. Es más eficiente y libera energía cuando analizamos el riesgo y la información que podría ser útil para sobrevivir.

La anatomía de los hábitos

Esta tendencia natural, y si se me permite decir, conectada, de querer poner nuestras acciones diarias en piloto automático es la raíz de lo bueno y lo malo cuando aterriza en nuestra salud. Si quieres romper la rutina y establecer nuevas respuestas automáticas, ten cuidado, no es tan fácil. Tan solo pregúntale a cualquiera que haya comenzado con alguno de sus propósitos de Año Nuevo, y haya descubierto que lo abandonó antes de que terminara la primavera.

Los psicólogos como Richard Thatcher y BJ Frogg han puntualizado la anatomía de un hábito. Se reconoce que una vez que se ha formado un hábito, especialmente si se ha adoptado fuertemente, este nunca desaparecerá en realidad. La conexión mental continúa allí y es la razón por la que los viejos hábitos que se piensa desaparecieron, pueden aparecer bajo ciertas circunstancias.

Pero hay buenas noticias. Una vez que entendemos que muchas acciones que hacemos por costumbre tienen un factor detonante o una señal, podemos comenzar a pensar en usar su poder para tener una respuesta más positiva.

Déjame darte un ejemplo.

Agregar recordatorios visuales para formar mejores hábitos

Cada mañana hay tres cosas que hago con la misma certeza que el sol saldrá. Uso el baño, cepillo mis dientes y preparo una jarra de café. El simple hecho de despertar en la mañana detona la realización de ciertas acciones.

Ahora, ¿qué tal si quiero agregar más acciones? Digamos que salir a correr y beber mi bebida de proteína para desayunar. Un método es comenzar emparejando señales y acciones.

Preparando un batido

Cada día, pongo mi proteína en polvo cerca de mi café como un recordatorio visual (y definitivamente reduzco la barrera de acción para tenerla accesible fácilmente), asimismo coloco mi ropa para correr en el cesto cerca del lavabo.  Emparejar es solo un ejemplo de poner en marcha una señal de apoyo para una nueva acción.

El poder de las señales y las acciones

Los hábitos deben formarse con cuidado. Toman tiempo y las técnicas reflexivas no solo son un estímulo para la acción, sino también para crear conexiones mentales para tu vida diaria. Y estos hábitos pueden incorporarse con pequeños pasos. Cuando se unen todos estos pasos, pueden sumarse para lograr grandes resultados, y usualmente son más fáciles de manejar que los cambios radicales que pueden desactivarse.

Cuando era jugador de fútbol americano en la preparatoria, no era el más agraciado físicamente en absoluto. Estaba bajo de peso y era más lento que la mayoría de los corredores.El entrenador Hunter pasó tiempo conmigo explorando acciones que podía llevar a cabo para ser mejorar mis posibilidades de éxito cuando corría el balón.

Hicimos un balance. Me hizo observar movimientos de giro y el balance en los corredores y comencé una serie de ejercicios para mantener mi equilibrio después de recibir algún golpe. Incluyó giros y carreras con una pierna y balancear mi caída con una mano.

¿Podrías creerlo? Automáticamente hice un movimiento giratorio y mantuve mi equilibrio durante esa temporada. Al poner en práctica dichas acciones, podía reconocer las señales y las acciones a seguir. ¡No estamos buscando la perfección, pero hacerlo funcionar 8 de cada 10 veces es un éxito para mí!

Cómo un buen entrenamiento consolida buenos hábitos

Un entrenador debe trabajar contigo para descubrir las señales que detonan cierto comportamiento y luego esforzarse por destacar cómo puedes crear un nuevo hábito de forma eficaz. La exploración y el descubrimiento que un entrenador puede ofrecer es crítico para un cambio de comportamiento sustentable.

En Herbalife Nutrition estamos enfocados en resultados duraderos y en proveer una ruta hacia nuevos hábitos mediante:

La formación de hábitos exige diligencia, y es un proceso que se enriquece cuando se tiene la guía cuidadosa de un asesor.

Kent Bradley, M.D., MBA, MPH – Director de Salud y Nutrición

Kent L. BradleyM.D., MBA, MPH – Director de Salud y Nutrición

El Dr. Bradley es Coronel retirado del Ejército, graduado de la Academia Militar de Estados Unidos y cuenta con una Maestría en Salud Pública de la Universidad de Minnesota; tiene la MBA ejecutiva de la Universidad de Denver y el título de médico de la Universidad de Ciencias de la Salud de los Servicios Uniformados de Bethesda, Maryland. Está certificado por la junta en Salud Pública y Medicina Preventiva y posee un certificado en Administración Empresarial de INSEAD.