Nutriendo la piel

A medida que envejecemos, la piel también lo hace. Las líneas finas y las arrugas, las manchas oscuras, la flacidez y la resequedad son el resultado directo del envejecimiento de la piel. Existen dos tipos principales de envejecimiento de los que nos tenemos que preocupar: cronológico y ambiental.

El envejecimiento cronológico incluye todas las cosas naturales que cada uno de nosotros tenemos a medida que envejecemos. Esto incluye la pérdida de colágeno y de grasa, lo que puede provocar las líneas gestuales y la piel flácida, las influencias hormonales que pueden causar resequedad en la piel, y gravedad que empuja todo hacia abajo, resultando que la piel pierda firmeza.

Por otro lado, el envejecimiento ambiental está conectado directamente con nuestro estilo de vida. Es el resultado de nuestros hábitos buenos y malos que terminan reflejándose en la piel. Numerosos factores como la dieta, el ejercicio, exponernos al sol, la rutina diaria del cuidado de la piel y otros, juegan un papel.

La buena noticia es que existen cosas que podemos hacer para mantener una piel saludable, limpia y atractiva:

Cuando se trata de mantener una apariencia juvenil, lo que consumimos y lo que usamos tienen la misma importancia. Después de todo, la piel que luce más saludable es siempre la más hermosa.

Protege la piel

El sol es una cosa maravillosa de la que todos disfrutamos, pero una exposición al sol sin protección puede ser un factor de envejecimiento o cáncer de la piel. Debemos protegernos, hasta de los días nublados, para asegurar una vida prolongada y saludable, y lucir bien al hacerlo.

Existen dos tipos de rayos solares que pueden perjudicar la piel: rayos UVA, los que son responsables del envejecimiento prematuro; y los UVB, que son responsables de quemaduras al sol. Pero eso no es todo. ¿Sabías que los mismos rayos pueden causar cataratas, afectar el sistema inmune y quemar la piel severamente? Todos debemos protegernos. Y, la forma más fácil de hacerlo es nunca salir de la casa sin productos para la piel con FPS. El factor de protección solar (FPS) te permite saber por cuánto tiempo puedes estar bajo el sol antes de enrojecer la piel. Y todos son distintos.

Así funciona el FPS

Con matemática fácil, digamos que la piel comienza a enrojecerse a los 10 minutos. Solo tomas esos 10 minutos y los multiplicas por el nivel del FPS en tu producto. En este caso, si usas un producto de FPS 30: 10 minutos x 30 (FPS) = 300 minutos. Esos 300 minutos los divides por 60 minutos, lo que es una hora. 300 minutos divididos por 60 minutos = 5. El resultado: cerca de 5 horas de protección solar estándar.

Si estás directamente bajo el sol por largos períodos de tiempo, como cuando vas a la playa, siempre debes ser cauteloso. Si el producto no es resistente al agua o el sudor, necesitarás aplicarlo de nuevo. Si nadas, ejercitas o te secas con una toalla, corres el riesgo de remover el producto FPS y tendrás que aplicarlo de nuevo. Una norma general es aplicar de nuevo cada 40 minutos cuando estés bajo el sol, solo para estar seguro.

La cantidad adecuada de protector solar para el cuerpo es cerca de 1 oz (o 30 ml), lo que llenaría una copita. Y vas a necesitar una cucharadita (5 gramos) de protector solar para el rostro. Siempre aplica los productos de protección solar por lo menos 15 a 20 minutos antes de salir al sol. Si la piel ya está enrojecida por el sol, entonces el daño ya está hecho. Así que no esperes.

Es importante proteger todo espacio de la piel expuesta, incluyendo las orejas, la nuca y cualquier parte con calva. Y, para una mejor cobertura, es posible que necesites un poco de ayuda, lo que podría ser un trabajo para dos personas.

Recuerda, la piel que luce más saludable es siempre la más hermosa.

David Heber, M.D., PhD, FACP, FASN – Presidente del Instituto de Nutrición de Herbalife Nutrition

David HeberM.D., PhD, FACP, FASN – Presidente del Instituto de Nutrición de Herbalife Nutrition

El Dr. Heber es el Presidente del Instituto de Nutrición de Herbalife (NHI), el cual fomenta la excelencia en la educación sobre nutrición para la comunidad pública y científica, y patrocina simposios científicos. El Consejo Editorial del HNI está formado por líderes clave de la opinión científica de todo el mundo en los campos de nutrición, fisiología del ejercicio, medicina conductual y salud pública.