El cuerpo humano es una máquina fascinante, al igual que sus procesos y mecanismos. Uno de los más interesantes es el sistema inmunitario, ya que aprender sobre la forma en que el cuerpo se defiende de enfermedades e infecciones ha intrigado al ser humano durante miles de años.
Una de las primeras observaciones inmunológicas registradas es la que hizo Tucídides, un historiador y militar griego, quien alrededor del año 430 a. C. expuso que hubo personas que, durante el brote de una plaga en Atenas, tuvieron la fortuna de recuperarse y de no volverse a contagiar.
Los estudios modernos del sistema inmunitario comenzaron con el científico Luis Pasteur a mediados del siglo XIX, en una época en la que se le identificaba científicamente como protector contra enfermedades infecciosas. Desde entonces, las investigaciones sobre la inmunidad se han fortalecido y se hacen nuevos descubrimientos con regularidad.
Por ejemplo, las investigaciones de los últimos 20 años han descubierto el papel crucial del sistema inmunológico en el desarrollo, la reproducción y la cicatrización de heridas.
Llevar un estilo de vida saludable para favorecer la inmunidad
La importancia del sistema inmunológico para nuestro bienestar general es obvia, así que cuídalo. Lo que ponemos en nuestro cuerpo, así como cómo nos cuidamos, todo contribuye a nuestro bienestar. Recuerda, la nutrición no previene las enfermedades, pero ayuda a mantener los sistemas corporales normales y saludables. La nutrición no sustituye a la atención médica.
Aquí tienes 5 consejos de bienestar personal para favorecer tu sistema inmunológico:
1. Mantén una dieta equilibrada.
Es importante tener en cuenta algunos aspectos clave cuando se trata de la relación entre el sistema inmunológico y la nutrición:
- Consume alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas (principalmente A, C, D y E), minerales y fitonutrientes.
- Consume proteína de alta calidad, ya sea de origen animal o vegetal.
- En el caso de los carbohidratos, siempre elige los naturales y simples – frutas y vegetales – y los complejos – que son ricos en fibra.
- No te olvides de la importancia de consumir grasas saludables, como los ácidos grasos omega 3. Los omega 3 refuerzan la función positiva de las distintas células que forman parte del sistema inmunológico, como los leucocitos, las células NK y los macrófagos.
El aguacate es otra gran fuente de grasas insaturadas y también puede apoyar la función cerebral. Trata de encontrar formas de incluirlo en tu dieta. Aquí hay unos ejemplos:
- Agrégalo a su batido de proteínas favorito.
- Haz una tostada de aguacate.
- Úsalo en lugar de mayonesa en la ensalada de atún.
- Haz guacamole.
En México usamos el aguacate de muchas maneras. De hecho, México es el mayor exportador de aguacate del mundo. En 2020, las exportaciones de aguacate mexicano llegaron a más de 2,700 millones de dólares. En ese año, tan solo los Estados Unidos representaron aproximadamente el 80 por ciento del valor total de las exportaciones de aguacate de ese país.
2. Lávate bien las manos.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el lavado de manos puede eliminar microorganismos y ayuda a evitar la transmisión de enfermedades.
- Lava tus manos durante al menos 30 a 40 segundos.
- Asegúrate de seguir todos los pasos: mojar, frotar, tallar, enjuagar y secar.
- Lava tus manos, palmas, uñas, muñecas e incluso tus antebrazos.
Después de lavar tus manos, aplica crema hidratante y productos libres de parabenos para cuidar tu piel.
3. Descansa de manera efectiva.
El tiempo de sueño adecuado y saludable varía con la edad, pero los adultos deben tratar de dormir al menos 7 horas al día. Mejorar tus hábitos de higiene del sueño puede ayudarte a obtener un descanso de mejor calidad, lo que ayudará a reparar cualquier daño metabólico y así mantener el equilibrio.
4. Ejercítate regularmente.
Las investigaciones han mostrado el impacto positivo que tiene el ejercicio en la respuesta inmunitaria:
- El ejercicio puede mejorar la actividad de defensa y la salud metabólica.
- La gente que realiza ejercicio moderado tiene un menor riesgo de contraer enfermedades.
- El ejercicio puede tener un efecto antiinflamatorio.
- Hacer ejercicio regularmente mejora la regulación inmunitaria, retrasando la aparición de la disfunción relacionada con la edad.
Realizar actividad física durante al menos 30 minutos cinco veces a la semana es una buena recomendación para que los adultos mantengan un estilo de vida saludable.
5. Bebe suficiente agua.
Una buena hidratación es esencial para mantener el equilibrio de minerales y líquidos que nuestros sistemas inmunitario y respiratorio requieren para funcionar correctamente. El agua constituye alrededor del 70 % de la masa corporal total en la edad adulta y se distribuye tanto en espacios intracelulares (65 %) como extracelulares (35 %), por ello es tan importante mantenerse hidratado.
El agua:
- Es esencial para la absorción de nutrientes.
- Es un componente clave del líquido linfático que contiene glóbulos blancos especializados, llamados linfocitos, que ayudan al cuerpo a combatir infecciones.
- Ayuda a mantener saludables las membranas mucosas que protegen las áreas internas del cuerpo y que están expuestas al aire, como las fosas nasales, boca y garganta.
El sistema inmunitario juega un papel clave para mantener el cuerpo en equilibrio y saludable, por lo que cuidarlo será de gran ayuda.