La Semana Nacional de la Salud Pública, es un momento para reflexionar sobre cómo podemos tomar decisiones tanto individuales como colectivas para mejorar la salud de todos.
“Cada año, durante la primera semana de Abril, la Asociación Americana para la Salud Pública, reúne a comunidades en todos los Estados Unidos para conmemorar la Semana Nacional de la Salud Pública, un momento para reconocer las contribuciones a la salud pública y analizar las cuestiones importantes para mejorar nuestro país”.
Los Estados Unidos gastan más dinero en salud que cualquier otro país del primer mundo. A pesar de ello, nos hemos convertido en uno de los países menos saludables del planeta. La obesidad y la diabetes de tipo 2 se han extendido como una epidemia, y por su relación entre ellas, el término “diabesity” (de las palabras en inglés diabetes y obesity), se ha estado utilizando para difundir el mensaje de que la obesidad produce diabetes de tipo 2.
Sin embargo, “diabesity” es sólo el comienzo del desarrollo de una enfermedad cardiovascular, causa principal de mortalidad en los Estados Unidos. Tanto “diabesity” como enfermedades cardiovasculares son directamente provocadas por el estilo de vida, lo que significa que se pueden fácilmente prevenir. En otras palabras, somos dueños de nuestro destino. Durante la Semana Nacional de la Salud Pública 2015, la comunidad para la salud pública está buscando apoyo para conseguir que los Estados Unidos se conviertan en el país más saludable en una generación – para 2030. ¡Podemos conseguirlo!
El escalofriante incremento de las enfermedades cardiovasculares
¿Sabías que las enfermedades cardiovasculares afectan a más del 50% de la población? Algunos estudios muestran este porcentaje hasta el 70%. Cada año, 1 de cada 4 muertes está relacionada con enfermedades del corazón. Las enfermedades cardiovasculares engloban síntomas como la hipertensión, los ataques al corazón y los fallos cardíacos. Todo esto puede e irá a peor debido a muchos años de obesidad, donde yace el núcleo del problema. Casi el 70% de los adultos mayores de 20 años padecen de sobrepeso u obesidad. Personalmente, me parece alucinante y a la vez que triste, porque casi el 100% de estos casos se pueden fácilmente prevenir.
Contrario a lo que piensa la gente, las enfermedades cardiovasculares no son algo que aparece con la edad. La obesidad normalmente empieza en los años anteriores a la pubertad y continúa en la veintena. A no ser que se tomen medidas al respecto, diabetes y enfermedades cardiovasculares seguirán siendo la consecuencia.
Mi búsqueda de una solución a las enfermedades cardiovasculares
La base de mi investigación en el área cardiovascular comenzó hace más de 50 años. Como un graduado/estudiante de medicina, me hice una pregunta quizá un poco ingenua: “¿Por qué las personas tienen presión sanguínea alta, ataques al corazón o derrames?”. Dediqué el resto de mi carrera a contestar esta pregunta y creo que lo hice. En 1998, se me otorgó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por mi descubrimiento del óxido nítrico como única molécula indicativa en el sistema cardiovascular. El óxido nítrico es producido en nuestras arterias, venas, corazón y otros muchos órganos con el propósito de protegernos contra las enfermedades cardiovasculares, inflamación, trastornos de la memoria y otras enfermedades. Es bien sabido que una deficiencia del mismo en ciertos órganos del cuerpo, produce diabetes tipo 2, hipertensión, derrames, fallos cardíacos y otros trastornos.
Gracias a las investigaciones llevadas a cabo por laboratorios en todo el mundo, hoy sabemos cómo nuestro cuerpo produce óxido nítrico y las causas que lo reducen a un nivel peligroso para la salud. También sabemos cómo podemos prevenir, e incluso curar, la disminución en los niveles del óxido nítrico. La solución al problema es increíblemente simple y está al alcance de cualquiera. La solución consiste en comenzar y mantener un estilo de vida saludable y activo. Un estilo de vida saludable conlleva una dieta sana y una actividad física como el ejercicio regular. Una alimentación saludable y un peso equilibrado ayudan a mantener los niveles normales del óxido nítrico. Alguien con obesidad o sobrepeso que tome la decisión sabia de controlar su peso y su alimentación, puede incrementar gradualmente sus niveles de óxido nítrico. El ejercicio regular también contribuye a incrementar la producción del óxido nítrico, lo que supone una mejora en la salud combinado con una dieta equilibrada.
¿Qué es una dieta equilibrada y cómo puede mejorar tus niveles de óxido nítrico?
Una dieta saludable significa llevar una alimentación sana. Comer pescado, carnes bajas en grasas, proteína de soja, fruta fresca y fibra constituye una dieta saludable. El pescado y sus aceites, son ricos en ácidos grasos omega-3 que ayudan a la salud del corazón, además de a las articulaciones, cerebro y vista. La proteína de soja es una de las más saludables que se puede comer debido a la ausencia de grasas saturadas en ella. Esta proteína contiene aminoácidos, que se necesitan para toda la vida. Nuestro cuerpo requiere consumir determinados aminoácidos de la proteína para producir óxido nítrico, y los ácidos grasos omega-3 facilitan el proceso. Las frutas y verduras frescas contienen antioxidantes muy potentes que mejoran los niveles de óxido nítrico, ya que los protegen de su destrucción cubriéndolo de moléculas radicales de oxígeno. Nuestro cuerpo no está diseñado para producir una cantidad suficiente de antioxidantes, por lo que necesitamos obtenerlos comiendo frutas y verduras. ¿Sabías que las frutas y verduras producen antioxidantes como protección contra los radicales libres de oxígeno originados por los rayos UV del sol? También comemos frutas y verduras para protegernos de los efectos dañinos de los radicales libres de oxígeno. Otro dato curioso es que las moléculas antioxidantes tienen un color diferente, oscuro, que se puede apreciar fácilmente en las frutas y verduras. Por ejemplo, fíjate en los arándanos, zarzamoras, granadas, remolachas, berzas, espinacas y otras muchas.
Las personas que llevan una dieta saludable y equilibrada con muchas frutas y verduras, tienen un riesgo menor de padecer de enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2. Una buena alimentación puede prevenir obesidad y presión sanguínea alta. El problema es que la mayoría de la gente no consume suficientes frutas y verduras al día. Solamente 1 de cada 4 adultos consume la cantidad recomendada. Evita la comida pre cocida, pues tiene un alto contenido en sal, grasas saturadas y conservantes químicos. No abuses de las bebidas que contienen azúcar, ya que el consumo prolongado de éstas puede producir obesidad y diabetes de tipo 2. Trata de no consumir frecuentemente comidas con altos niveles de grasas saturadas, como ternera y cerdo, o las partes grasas del pollo.
Adoptar un estilo de vida activo y saludable: la solución más simple contra un problema de salud devastador
Existen beneficios demostrados para la salud detrás del ejercicio y la actividad física. El problema al que nos enfrentamos hoy en día en los Estados Unidos, es la llamada “epidemia de la inactividad”, que tiene consecuencias muy peligrosas y costos muy altos. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la inactividad física es la causa principal de mortalidad, seguida de la presión sanguínea alta, alto contenido de azúcar en la sangre y el tabaquismo. La inactividad física le está costando al departamento de sanidad de los Estados Unidos unos 102 billones de dólares al año. Investigaciones han demostrado que la inactividad física conlleva un riesgo mayor para la salud que el tabaco, la obesidad, la hipertensión o el colesterol alto, y entre los hombres mayores, una actividad física regular puede reducir el riesgo de muerte hasta en un 40%. Las personas que son activas a sus 80 años, tienen menor riesgo de muerte que las personas que no lo son a sus 60. Muchas investigaciones han demostrado los excepcionales beneficios para la salud de una actividad física regular. La Guía Federal Estadounidense de la Actividad Física y otros muchos estudios muestran que se necesitan al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana para obtener estos beneficios para la salud. Esto significa sólo 20 o 25 minutos al día. Afirmo que nadie está tan ocupado como para no poder mantenerse en forma.
El ejercicio regular puede mejorar notablemente la producción de óxido nítrico. Al hacer ejercicio moderado, el ritmo cardíaco aumenta y el corazón bombea más sangre a las arterias. La fuerza asociada de la sangre circulando con las paredes de las arterias, estimula la producción de óxido nítrico en las células endoteliales, que forman la capa interna de las arterias. Cuanto más ejercicio, más óxido nítrico se produce. El óxido nítrico es un dilatador de vasos (ensancha las arterias) y permite que fluya más sangre a los músculos durante el ejercicio. También proporciona protección a largo plazo contra enfermedades cardiovasculares. El ejercicio físico puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y algunos tipos de cáncer. En adultos mayores, la actividad física puede reducir el riesgo de caídas y mejorar las funciones cognitivas. En niños y adolescentes, puede mejorar la actividad muscular, la salud de los huesos y el corazón. Por lo tanto, debemos ejercitarnos regularmente en nuestras vidas. Míralo de esta manera: el ejercicio es una medicina.
Cómo convertir a los Estados Unidos en la nación más saludable para 2030
Si vamos a hacer el esfuerzo de convertir a los Estados Unidos en la nación más saludable del planeta para 2030 tenemos que trabajar en ello todos juntos. Sinceramente pienso que podemos conseguirlo. La estrategia es simple y fácilmente alcanzable pero tenemos que querer hacerlo. Tenemos que querer cambiar nuestros estilos de vida poco saludables, tenemos que comer comida sana y hacer ejercicio regularmente. Es así de sencillo. Los miembros de una familia pueden hablar y trabajar conjuntamente para mantener una dieta equilibrada y después compartirla con vecinos y amigos. Todos pueden hacer ejercicio como una actividad de grupo, convirtiéndolo en algo divertido, más productivo y frecuente.
He dedicado mi carrera profesional de más de 40 años a buscar la molécula mágica que puede salvarnos de la muerte por una enfermedad cardiovascular; y la encontré. Ya he puesto mi parte y ahora te pido que pongas la tuya. Vamos a trabajar todos juntos para mejorar los niveles de esta molécula, el óxido nítrico, a través de un estilo de vida activo y saludable. Nada me haría más feliz que ver cómo las muertes a causa de enfermedades cardiovasculares en EE. UU. disminuyen. Esta visión nos podría convertir en una de las naciones más saludables para 2030.